«La tecnología sin personas es solamente eso, tecnología», Carlos Martínez, portfolio manager en Baratz
Las bibliotecas han evolucionado junto con la tecnología para facilitar y mejorar el acceso a la información. Este progreso ha sido impulsado no solo por los cambios sociales y tecnológicos, sino, sobre todo, por las personas que han trabajado y siguen trabajando para convertir a las bibliotecas en espacios que ofrecen nuevas formas de acceso a recursos y servicios. Porque la tecnología, sin personas que la guíen y la utilicen con un propósito claro, no es más que una herramienta sin dirección ni impacto real. En una entrevista publicada en la Revista Desiderata, Carlos Martínez Gallo, portfolio manager en Baratz, ofrece una visión profunda sobre el futuro de las bibliotecas en un mundo cada vez más tecnológico.
Con más de tres décadas de experiencia en tecnología aplicada a la gestión bibliotecaria, Martínez Gallo subraya en la entrevista la importancia de las bibliotecas como instituciones híbridas, que integran lo digital y lo convencional para mantenerse relevantes en la era moderna. Destaca que la tecnología, aunque vital, solo alcanza su verdadero potencial cuando está respaldada por personas que comprenden su propósito y saben cómo emplearla. Además, aborda el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito bibliotecario, viéndola tanto como un desafío como una oportunidad. Finalmente, Martínez Gallo resalta cómo la tecnología ha revolucionado la cooperación entre bibliotecas, permitiéndoles compartir recursos y servicios con una eficiencia sin precedentes.
Entrevista a Carlos Martínez Gallo, portfolio manager en Baratz, en la Revista Desiderata
Carlos Martínez Gallo es Portfolio Manager en Baratz, pero quizá no era tan evidente que fuera a acabar siéndolo. Su formación inicial es una licenciatura en Filología Románica Hispánica, inspirada en gran medida por su amor a los libros, y, aunque sus primeros estudios de posgrado iban encaminados hacia la docencia, pronto acabó reorientando su vocación y formación de posgrado hacia las bibliotecas, probablemente para seguir cerca de los libros. La fortuna o la casualidad hizo que este cambio de guion lo llevara a Baratz, donde lleva más de tres décadas dedicado a la tecnología aplicada a la gestión y difusión de bibliotecas y catálogos. Ha pasado por la mayor parte de los departamentos y funciones dentro de Baratz, aunque, desde hace ya bastante tiempo, su especialidad es conectar las diferentes áreas de la empresa encargadas de la creación, desarrollo, consultoría, implantación, formación, soporte, difusión y comercialización de los productos y servicios que Baratz ofrece a las bibliotecas en España y en los diferentes países en los que está presente, participando en cientos de proyectos, además de congresos y reuniones profesionales. Este haber estado y seguir estando un poco en todas partes del proceso le ha permitido tener una visión multidisciplinar, lo que nos anima a conversar con él sobre diferentes temas que ponen en contacto la tecnología y las bibliotecas.
¿Hacia dónde van las bibliotecas? ¿Lo digital va a acabar con lo convencional?
Pues la verdad es que no creo que lo digital vaya a acabar con lo convencional. Las bibliotecas están ya desde hace tiempo, y estarán cada vez más, en un entorno híbrido que mezcla lo digital y lo convencional, de la misma manera que nuestra sociedad en su conjunto lo está. Eso ha pasado ya en muchos otros ámbitos, como por ejemplo el de la música, donde la casi total digitalización de contenidos y formas de distribución convive con un florecimiento de la música en directo y los soportes más convencionales, que son los vinilos. Hay muchos otros ejemplos, como el vídeo que nunca llegó a matar a la radio. Ni yo ni nadie sabe lo que va a pasar dentro de veinte o treinta años, pero me atrevo a aventurar que tenemos bibliotecas para varias décadas.
«Las bibliotecas están ya desde hace tiempo, y estarán cada vez más, en un entorno híbrido que mezcla lo digital y lo convencional»
Eso sí, serán bibliotecas evolucionadas y multicanal, que combinarán sus servicios y formatos tradicionales, para no perder su esencia e identidad, con otros propios de las plataformas y del mundo de Internet. Algo parecido a algunos programas de radio actuales que se pueden seguir escuchando en un aparato de radio convencional, pero también en asistentes domésticos tipo Alexa, aplicaciones de móvil e incluso muchas veces cuentan con transmisión paralela por vídeo en streaming en su canal de YouTube, se distribuyen fragmentados en las redes sociales o se consumen en forma de podcast en diferentes formatos y plataformas. Sigue siendo radio, pero ha sabido ser muchas otras cosas para convivir con sus competidores. Las bibliotecas están ya buscando la forma de hacer algo parecido y creo que muchas de ellas están teniendo éxito.
En este contexto, ¿siguen teniendo sentido los sistemas integrados de gestión de bibliotecas?
Los sistemas integrados de gestión de bibliotecas siguen teniendo sentido porque sigue habiendo bibliotecas y colecciones convencionales que gestionar, pero los sistemas integrados como también el nuestro (Absys) se están volviendo soluciones híbridas, como las propias bibliotecas. Por esa razón, nosotros hace tiempo que preferimos hablar de “soluciones de gestión bibliotecaria” o directamente “soluciones para bibliotecas”. Las soluciones que ofrecemos a nuestros clientes están formadas ahora mismo en la mayoría de los casos por una mezcla de desarrollos informáticos, servicios de alojamiento y seguridad, contenidos de enriquecimiento ofrecidos desde nuestra nube y herramientas para la integración con sistemas y servicios corporativos o de terceros.
«Los sistemas integrados de gestión de bibliotecas siguen teniendo sentido porque sigue habiendo bibliotecas y colecciones convencionales que gestionar, pero los sistemas integrados como también el nuestro (Absys) se están volviendo soluciones híbridas, como las propias bibliotecas»
Tenemos clientes que utilizan para gestionar sus bibliotecas una suscripción a nuestra versión SaaS (AbsysCloud), insertan cubiertas (Covers) o autoridades (Z-Authorities) desde nuestros servicios en la nube, utilizan nuestra plataforma de envíos de mensajes (Contact), agregan otros servicios, colecciones y plataformas de préstamo en nuestra herramienta de descubrimiento (ODA), se autentican contra Absys desde servicios externos de préstamo electrónico o, al revés, se autentican para entrar en Absys contra servicios SSO en otras nubes de proveedores. Todo ello va mucho más allá de lo que tradicionalmente se ha entendido como un sistema integrado, pero sigue aspirando a gestionar de la forma más integral posible los servicios y necesidades de las bibliotecas modernas.
¿Cuál crees que ha sido la principal aportación de la tecnología al mundo bibliotecario?
La cooperación entre bibliotecas hecha fácil: la tecnología, acompañada por la estandarización de metadatos, ha sido clave a hora de hacer posible y sencilla la cooperación bibliotecaria. El viejo sueño bibliotecario de normalizar y compartir sus catalogaciones como primer paso para compartir también sus colecciones se ha hecho una realidad para todas las bibliotecas automatizadas en las últimas décadas. Aplicaciones como Absys, implantadas en todo tipo de bibliotecas, y la universalización del acceso a Internet a alta velocidad han conseguido que cualquier biblioteca pueda compartir sus recursos, servicios e incluso usuarios, en definitiva, cooperar con casi cualquier otra biblioteca.
«La tecnología, acompañada por la estandarización de metadatos, ha sido clave a hora de hacer posible y sencilla la cooperación bibliotecaria»
Todos conocemos redes de bibliotecas desplegadas por comunidades autónomas completas, incluyendo entornos rurales, o que trabajan desde los cuatro continentes contra un sistema centralizado único en el que comparten el fruto de su trabajo. Los que estamos en este lado de la tecnología aplicada a bibliotecas, como todo el equipo de Baratz del que formo parte, nos sentimos orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena a este proceso y haber conseguido entre todos que los servicios, contenidos y colecciones que las bibliotecas ofrecen a sus usuarios y usuarias sean ahora sustancialmente mejores que hace unos años.
¿Qué otras cosas puede hacer la tecnología para mejorar el futuro de las bibliotecas?
Creo que la tecnología puede seguir ayudando a llegar más lejos, más rápidamente y con mejores servicios a todas las personas que necesitan los servicios que ofrecen las bibliotecas, incluso aunque algunas de esas personas todavía no sepan que los necesitan. Servicios en la nube que aceleran la innovación, nuevas herramientas y servicios para compartir recursos o conectar con los usuarios, interfaces adaptadas a dispositivos móviles, la analítica de datos hecha sencilla y un poco más inteligente para entender mejor qué es lo que nuestra comunidad espera y busca en las bibliotecas… Hay muchas cosas que ya están ahí para darle un empujón tecnológico a las bibliotecas y facilitar el día a día de cada una de ellas. Y aparecerán muchas más.
«La tecnología puede seguir ayudando a llegar más lejos, más rápidamente y con mejores servicios a todas las personas que necesitan los servicios que ofrecen las bibliotecas»
Eso sí, estoy convencido de que la tecnología no puede hacer nada si no hay personas al otro lado que saben para qué quieren esa tecnología y apuestan por ello. Nuestras compañeras de viaje ideales son ese tipo de personas, las que saben lo que quieren y utilizan las herramientas que les facilitamos para conseguirlo. Tecnología sin personas es solamente eso, tecnología. Puede ser vistosa o incluso espectacular, pero no supone un avance ni una verdadera innovación.
«La tecnología no puede hacer nada si no hay personas al otro lado que saben para qué quieren esa tecnología y apuestan por ello»
¿Tampoco la inteligencia artificial? ¿Crees que la inteligencia artificial es una amenaza o una oportunidad para las bibliotecas?
Lo que es seguro es que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y, aunque lleva muchos más años de los que parece estando ahí, ahora ha cogido una velocidad y una omnipresencia que no tenía. La IA ya está afectando a la sociedad en su conjunto y, por lo tanto, también a las bibliotecas. En cierto modo podría suponer una amenaza para un servicio como el que ofrecen en las bibliotecas, que se basa en dar acceso al conocimiento, ayudar a responder preguntas e incluso, algunas veces, dar conversación. Eso ya lo hacen ahora también ChatGPT y sus competidores.
«La IA ya está afectando a la sociedad en su conjunto y, por lo tanto, también a las bibliotecas»
También antes Google iba a acabar con las bibliotecas y después los ebooks. Lo que es verdad es que las bibliotecas suelen saber cómo encontrar su hueco entre tantos competidores e incluso la mayor parte de las veces tienen la inteligencia, ayudadas por empresas del sector, de convertir las amenazas tecnológicas en compañeros de viaje.
Hoy las bibliotecas ofrecen, junto a libros y revistas en papel, muchos otros soporte y servicios, incluyendo “colecciones sin soporte” en streaming o accesibles en línea. Las plataformas de vídeo han reducido los préstamos de DVD en las bibliotecas, pero, con servicios como Efilm, también se han convertido en una oportunidad para las bibliotecas de prestar películas sin el engorro de los soportes y los problemas de conservación o no concurrencia asociados a su uso. Ahora tienen un catálogo mucho más grande, sin problemas de espacio en las estanterías y, en ese caso en particular, sin listas de espera si todos los usuarios quieren ver la misma película al mismo tiempo.
Proyectos Baratz ligados con la inteligencia artificial
Nosotros hace ya tiempo que estamos explorando cómo convertir a la IA en una aliada y no en una enemiga. Llevamos años colaborando con una empresa especializada y haciendo experimentos a pequeña escala. Ahora mismo estamos embarcados en dos nuevos proyectos de I+D+i con ellos, para trabajar en dos líneas diferentes. Se trata ya de iniciativas a mayor escala que tendrían una aplicación práctica en el corto y medio plazo. La primera de ellas pretende la mejora de la calidad de los catálogos, especialmente en uno de los ámbitos en los que más hemos trabajado, que es la detección de catalogaciones duplicadas, pero también en procesos de normalización y enriquecimiento de las descripciones bibliográficas y de autoridad.
La segunda iniciativa busca introducir lo que hemos llamado “búsqueda y utilización de servicios inteligente” mediante la utilización de un chat en lenguaje natural con una IA que nos ayudará a encontrar contenidos y usar servicios en nuestra herramienta de descubrimiento ODA. Son proyectos que llevan su propio ritmo y que se basan en gran medida en la investigación, por lo que todavía no sabemos qué plazos y resultados exactos vamos a obtener, pero sabemos que en los próximos meses y años vamos a ir obteniendo resultados cada vez más fiables, que van a ayudar a las bibliotecas y a las personas que trabajan en ellas a aprovechar la IA para dar un servicio aún mejor.